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PRESENTACIÓN ISAD LIBRO A 30 AÑOS DE FUNDADO

Casa Chihuahua fue el lugar que, el pasado viernes 26 de mayo, congregó a la familia isadina en la presentación del libro que conmemora tres décadas de vida institucional de nuestro Instituto Superior de Arquitectura y Diseño.


30 años ISAD: RE-CUERDA Historia de una escuela en el desierto

Se trata de una memoria escrita que reconoce el aporte de todos aquellos que han colaborado al nacimiento y consolidación de una escuela que ya se posiciona como la mejor del ramo en el norte de México.

 

Personajes de talla internacional como los arquitectos Miquel Adria, Andrea Griborio, Alexandre Lenoir y Jimena Hogrebe estuvieron presentes para presentar esta iniciativa editorial.

 

Alexandre Lenoir, docente de la Maestría de Diseño Arquitectónico Avanzado, subrayó que en estas primeras tres décadas el ISAD ha tejido una historia cautivadora y disruptiva, y que su mayor contribución a la sociedad son los brillantes exalumnos que han pasado por sus aulas, líderes con responsabilidad social y ambiental en el diseño de la arquitectura, bajo cuyos principios están transformando paisajes urbanos y creado espacios funcionales y estéticos.

 

Jimena Hogrebe dijo entender la inspiración que despierta el ISAD, al conocer que su fundación fue producto de la pasión por la arquitectura, por el aprendizaje, por la docencia. Destacó que se percibe a la comunidad ISAD como una familia unida. Y que entre sus rasgos más valiosos está la constante revisión crítica del mundo, de la arquitectura y el diseño, de la pedagogía, para ir acorde a los tiempos, lo cual se refleja en la oferta académica y en los planes de estudios, algo que -dijo-, es muy rico, que no sucede en todas las escuelas de México. También dijo que la conexión con otras escuelas y despachos de México, América del Sur y Europa, es un empeño singular en el que pocas instituciones perseveran.

 

Andrea Griborio, hizo hincapié en la cualidad del ISAD de enseñar arquitectura a partir de conocer y comprender el territorio que habita, y en sus ejercicios académicos relacionarse con el desierto. Prueba concreta es el Taller del Desierto y los fantásticos resultados que ha producido, como Manos a Mi Parque y Kárare, que se formaron parte de la exhibición de pabellones Mextrópoli. Destacó que el ISAD es envidiable el listado de nombres de conferencistas, talleristas y docentes con os cuales ha hecho intercambio es algo envidiable para cualquier escuela de arquitectura y que muchas deberían de mirar para aprender y emularlo.

 

En su intervención, Miquel Adriá, fundador y director de la editorial Arquine y del festival de ciudad, Mextrópoli, elogió que el ISAD haya nacido como una declaratoria de libertad, y que no renunciara al esfuerzo de construir su identidad singular, sin replicar lo que hacen otros. Ser una acción de riego y de ruptura con la que nació el ISAD, la mantiene como algo activo que se mueve en conjunto, en colectividad. El ADN isadino es el optimismo. Diseñar es proyectar, y proyectar es imaginar el futuro, y para ello tiene que haber la raíz de creer en que será algo mejor, siguiendo la tesis de Koolhas.